Vemos el miedo como una emoción negativa, y en cierto modo lo es cuando este se encuentra en desequilibrio. Nos perjudica cuando estamos en ese estado, a tal punto que nos llega a paralizar.

Aunque su parte no es malo tener miedo, porque cuando está en su equilibrio justo se convierte en algo sumamente positivo. Nos permite estar alertas ante lo desconocido, nos protege cuidando así nuestra supervivencia. En unos microsegundos nos hace elegir la opción correcta ante cualquier situación de peligro que estemos enfrentando.

El siguiente ejercicio logra que encuentres ese equilibrio justo frente a un miedo, cuando te encuentres frente a él haz lo siguiente:

• Con los ojos cerrados respira en 4 tiempos (8 segundos) enfocando tu atención en que cuando inhalas, una luz pura ingresa en vos.
• Luego contendrás el aire durante 4 tiempos más, mientras visualizas como se desvanece esa angustia gracias a esta energía renovadora.
• Exhala en 4 tiempos, notando como se va con el aire ese miedo, preocupaciones y todo aquello que querés soltar de tu vida.
• Espera 2 tiempos (4 segundos) para reiniciar el ciclo dejando que tu ser se estabilice vibrando en armonía con este nuevo estado interior.

Repetirás este ciclo 3 veces.

Recuerda utilizar este ejercicio cuando estés sintiendo ese miedo que deseas equilibrar. Con cada repetición del ejercicio, cada vez que te encuentres frente a él, notaras como lo iras controlando a través del tiempo.